Los angelitos
caminan extraviados
entre la oscuridad
guiados por el tacto
solo pueden sentir
el vacio de la nada.
Intentan volar sin éxito
la verdad cruel
como luz encegadora
les ha sido rebelada:
un hijo e puta les ha engendrado
solo para fracturar sus alas.
Los angelitos lloran
caminando entre la oscuridad
con los ojos hinchados de luz
escurriendo sangre entre las alas.
A ratos descansan
en seguida
reanudan la marcha.
Nadie sabe con exactitud
hacia dónde se dirigen
si es que acaso, avanzan.
Aceptan ser hijos del pecado
y la palabra culpa
sobresale tatuada
en sus pequeñas y huesudas espaldas.
Los angelitos no pueden volar
caminan, extraviados
entre la oscuridad
guiados por el tacto
solo pueden sentir
el vacío de la nada;
con los fragmentos de ella
imaginan tejer vendoletes
para secar la hemorragia.
A ratos descansan
en seguida
reanudan la marcha.
Nadie sabe con exactitud
hacia dónde se dirigen
si es que acaso avanzan.
Tal vez no van a ningún lado
solo se mueven, crecen
dejan hacer lo suyo a la naturaleza
Y aguardan
aguardan
¡aguardan!
sábado, 12 de febrero de 2011
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