Aileen Wuornos, existió en nuestro continente, vivió en la Unión Americana y “amó con todo su corazón, mente y alma” a Selby Wall, de eso, no tengo la menor duda.
Su historia real, duró 9 meses, entre 1989 y 1990, inició justo el día en que Aileen pensaba suicidarse, después de no hacerlo “solo quería una cerveza” y Selby le convidó una jarra de ésta. Aileen, necesitaba amor más que nada en este mundo, lo necesitó siempre, “de niña soñaba con ser artista de cine, ser hermosa y rica: lo creía con todo el corazón,” aunque a su alrededor dijeran que “solo soñaba.” “Cuando estaba deprimida, me escapaba a mi mente, a mi otra vida… viví mucho tiempo soñando así, en mi mente.”
Aileen Wuornos, fue violada a los 8 años por el mejor amigo de su padre, éste nunca la escuchó y el amigo siguió violándola por años, hasta que murió en un accidente automovilístico, hecho que alegró a Aileen, quien a los 13 años dio en adopción a su bebé. Se alejó de su familia, cuando se avergonzaron de ella por apoyar a sus hermanos con dinero producto de la prostitución ejercida. Se convirtió en prostituta de carretera, buscó el amor en los hombres, pero después de casi matarla a golpes mandándola varias veces al hospital, comprendió que en ellos no lo encontraría.
Aileen, necesitaba amor y Selby, le dio el amor que nunca antes había conocido, Selby era una hija de familia, de gente bien, pero amó a Aileen aunque la familia decía: “nosotros no tenemos nada que ver con esa gente.”
Aileen intentó dejar la prostitución, al asesinar a un hombre después de que éste la golpeó y violó, pero Aileen no sabía hacer otra cosa y las oportunidades no eran muchas para ella, Aileen siguió matando hombres porque en su experiencia, solo le habían hecho daño. Se convirtió en asesina en serie y con ello, dio una versión distinta a la historia de las prostitutas asesinadas por asesinos en serie, ahora la víctima se había convertido en verdugo.
Aileen, vivió con Selby una relación de 9 meses, antes de ser llevada a prisión, en donde se le condenó a cadena perpetua y después de 12 años se le aplicó la pena de muerte. Selby tuvo que ser la testigo presencial de los hechos y acusarla, Aileen asumió toda la responsabilidad, protegiendo a su amada, por encima de todas las cosas y contra todos los que pudieran hacerle daño, porque así es el amor entre dos personas, de distinto o del mismo sexo, el amor, es el amor aquí y en China, la actitud de Aileen, me recuerda una canción de la española Bebe: Y la dejaste volar/ y tus ojos lloraron hasta doler/ pero solo tú sabías/ que así tenía que ser… Sí, el amor, pero nuestra protagonista, interpretada increíblemente por la sudafricana Charlize Theron, lo explica mejor, sobre todo en su roll como prostituta:
“La amaba y algo que nadie notaba o creía sobre mí, es que podía aprender, podía prepararme para cualquier cosa. La gente siempre desprecia a las prostitutas, no nos dan oportunidad porque creen que es la salida fácil. Pero nadie imagina, la fuerza de voluntad necesaria para hacer lo que hacemos: caminar por las calles, noche tras noche, recibir ataques y recuperarse. Pero yo lo hice y todos se equivocaron, porque no tenían idea de cómo podía disciplinarme cuando creía en algo… y creía en ella.”
Antes de iniciar a escribir estos comentarios, sobre Monster, asesina en serie, obra cinematográfica, inspirada en la vida de Aileen Wuornos, abrí una cerveza, a mí, que no me gusta y algunas veces recurro a este líquido amargo por lo bien que me ayuda a conciliar el sueño, pero en esta ocasión, lo hice para brindar por Aileen y su actitud perseverante por encontrar el amor, si bien no lo conoció en casa, ni en la calle, intuía que existía dentro de ella misma y podía incluso ser capaz de compartir ese sentimiento con alguien tan distinta a ella como Selby Wall.
Salud, pues Aileen, al final del difícil camino, siempre tuviste el valor, siempre amaste… en estos difíciles tiempos, no todos lo hacen.
miércoles, 9 de febrero de 2011
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