viernes, 28 de enero de 2011

Para las niñas de color

Muchas personas afirman, que es mejor conocer el libro antes de ver la misma historia trasladada al cine, entre las razones utilizadas para sustentar esta afirmación, están en primer lugar, que el libro es la versión original y detallada, sin cortes, ni alteraciones, a demás, el ejercicio de lectura te permite imaginar, cada persona tiene la oportunidad de crear sus propias imágenes, de hacer su propio libro, en cambio, ir directo a la película te da una versión mutilada y en la mayoría de los casos mal hecha, muy alejada de la historia original para la cual el autor debió llevarse años en poder lograr.

Sin embargo, considero que en estos tiempos de severa crisis económica, comprar un libro, resulta en la mayoría de los casos un verdadero lujo y las copias de películas, se encuentran más accesibles al bolsillo de cualquier persona. Supongamos que un día cualquiera, se topa uno por “accidente” con una película como esta, titulada Para las niñas de color, basada en la obra de teatro de la escritora afroamericana Ntozake Shange Obie: Para las chicas de color que han considerado el suicidio cuando el arcoiris es enuf.

En mi caso, por ejemplo, además de disfrutar este poema llevado al cine, donde cada palabra que dicen los personajes es tan profundo, conmovedor y fuerte, llevando a cualquier mujer, incluso hombre (me atrevo a asegurar) a reflexionar, a reavivar sus emociones, me permite celebrar el descubrimiento de una nueva escritora afroamericana en mi vida, después de Tony Morrison o Alice Walker: Ntozake Shange Obie (ella que viene con sus propias cosas, que camine como un león) cuyo nombre real es Paulette Williams y entre sus múltiples habilidades, destacan la de poeta, bailarina y dramaturga, mujer sobreviviente a fuertes depresiones, mujer fuerte ella misma, creativa, propositiva y en constante movimiento, una escritora para seguirle la pista, gracias a mi encuentro “accidental” con su obra llevada al cine.

Los personajes, son mujeres de diferentes edades, en diferentes momentos de su vida, atravesando por situaciones difíciles que pueden llevarlas hacia el suicidio inmediato o en abonos, pero que a fin de cuentas, encuentran en ellas mismas la fortaleza para llegar al final de sus propios arco iris.

Todos los personajes son importantes, todas son maestras de vida, no obstante hay algunos personajes, cuyas palabras me resultan impactantes:

Tangie, una mujer que se describe a si misma no como una puta, sino como una mujer que le gusta coger, opina: He estado quieta mucho tiempo, encerrando lo que quería decir por mucho tiempo…Yo soy el viento de las mujeres en las ventanas…No puedes amar a alguien con tanto dolor dentro…deberíamos ser inmunes si seguiremos vivas.

Nyla, hermana de Tangie: Una vez estuve embarazada y me culpaba a mi misma.

Juanita, una enfermera solidaria y despreciada por su pareja: Así te ven cuando no te valoras, una tienda abierta…esta es un alma libre esperando por un beso…alguien se va casi con todas mis cosas…me he dado cuenta que a las chicas de color no les da miedo salir adelante.

Cristal, quien es abusada constantemente por su esposo, es cuestionada por su sabia vecina: ¿cómo podrías proteger a alguien, cuando no podrías protegerte a ti misma?…queda mucha vida mas en ti, la voz tienes que sacarla de ti.

Todos los personajes son entrañables, al final juegan con esta frase: Mi amor es tan grande…como para que me lo restrieguen en la cara.

Ver esta película en el mostrador y no llevarla, solo por esperar primero a encontrarse con la historia original escrita en el libro, me parece un crimen, cuando es más factible encontrar el filme que el texto, de todos modos, cuando hay interés auténtico por la obra no todo se queda en el DVD. En mi caso, Para las niñas de color, es una película, que a penas me resulta una hebra para atarmela al dedo y seguir buscando más de Ntozake Shange Obie.

martes, 25 de enero de 2011

Los hombres que no amaban a las mujeres

Interesante, resulta toparse donde uno menos se lo espera, con una producción cinematográfica como esta, cuando vi la portada y el título, sentí atracción y miedo, la chica en primer plano con una personalidad darketa, punk o emo, al fondo, el retrato de una mujer rubia totalmente opuesta en imagen a ella, el título era más tentador todavía: Los hombres que no amaban a las mujeres, por supuesto, después de leer a Susan Forward, uno entiende de inmediato que el título se encierra en una palabra: misoginia, los hombres que odian a las mujeres.

Tuve miedo y el miedo, me llevó también a comprarla en esa tienda de películas de Ñuu Oko (Pinotepa Nacional). No, no, no soy una analista capaz como para hacer una crítica cinematográfica, mucho menos literaria, de la obra original basada en el primer libro de la Trilogía Millenium que el autor y periodista de conciencia social de origen sueco Stieg Larsson, dejó a su muerte en el 2004, de acuerdo con la información proporcionada en la Internet, declaró haber escrito esta obra por las tardes después del trabajo para su propio placer.

Y sí, vaya placer que nos causa, si así está la película, ya me imagino cómo será de ameno y tentador el libro, estoy en la búsqueda del mismo, ya llegará a mi, ya tendremos el gusto de encontrarnos, donde menos lo espere, como esta película, donde el personaje de Lisbeth, me dejó una sensación de seguridad inmensa, ignoro hasta ahora, si corresponde tal cual al descrito por el autor sueco y la mera verdad, no me importa, su personalidad antisocial, me hizo relajarme sin el menor pudor, esa mujer menuda, pequeña, de apariencia inofensiva, capaz de pelear con hombres a pesar de ser superada en número y fuerza, una pequeña mujer, disciplinada, inteligente, sin quitar la vista del objetivo señalado, alguien podría tachar esta cinta de violenta, pero en todo caso, la violencia sirve en esta obra para demostrar, que una mujer, no importa su complexión y tamaño, puede afrontarla, siempre y cuando no se venza, no se deje encerrar en el círculo del agresor. Lisbeth es una mujer que lucha y ni siquiera es necesario para el autor sueco, describir, cuál es la vida que ha llevado, sin embargo, hace alusión a ella, sugiere una infancia también violenta en el seno familiar.

El personaje de Lisbeth menciona un derecho humano y clave en la vida de cualquier persona: Todos tenemos secretos. La escena donde se desarrolla el único y pequeño encuentro entre su madre y ella es fundamental, para explicar por qué después de tanto abuso y dolor experimentado, la opción de Lisbeth es blindarse como textura de caracol que al fracturarse se regenera por naturaleza:

-Lisbeth ¿tienes un hombre?
-Hay uno, pero no hay que enamorarse, eso tú lo sabes mejor que nadie.

Esta película, estrenada en el 2009, es exquisita, mantiene la atención todo el tiempo y deja una sensación de frescura y esperanza, asegurando que aún dentro del caos, de la muerte, puede nacer la vida.

Nota: todo se pone mejor, si al volver por segunda vez a la misma tienda de películas, te informan que la trilogía completa fue llevada al cine...

lunes, 10 de enero de 2011

Temores

I

Mamá:
tengo miedo a la oscuridad
el librito ese, nunca sirvió
tampoco la oración,
el oso de peluche,
ni las palabras mágicas.
Te extraño.


II

Ella murió
finalmente
Todavía allí,
me acosté a su lado
en la misma cama
para abrazarla por última vez
aunque estuviera muerta.
En ese momento sentí
que me faltaba el aire
como si me hubiesen
cortado la respiración.

Lady Laura: Roberto Carlos

Tengo a veces deseos de ser
nuevamente un chiquillo.
Y en la hora que estoy afligido
volverte a oir.
De pedir que me abraces y lleves
de vuelta a casa
Que me cuentes un cuento bonito
y me hagas dormir.
Muchas veces quisiera oirte
hablando sonriendo:
“Aprovecha tu tiempo
tú eres aún un chiquillo”
A pesar la distancia y el tiempo
no puedo olvidar.
Tantas cosas que a veces de ti
necesito escuchar
Lady Laura, abrázame fuerte
Lady Laura, y cuéntame un cuento
Lady Laura, un beso otra vez
Lady Laura
Lady Laura, abrázame fuerte
Lady Laura hazme dormir
Lady Laura, un beso otra vez
Lady Laura.
Tantas veces me siento perdido
durante la noche
Con problemas y angustias
que son de la gente mayor.
Con la mano apretando
mi hombro seguro dirías:
“Ya verás que mañana las cosas
te salen mejor”
Cuando era un niño
y podía llorar en tus brazos
Y oir tanta cosa bonita
en mi aflicción
En momentos alegres
sentado a tu lado reía
y en mis horas difíciles
dabas tu corazón
Lady Laura, abrázame fuerte
Lady Laura y cuéntame un cuento
Lady Laura y hazme dormir
Lady Laura
Lady Laura, abrázame fuerte
Lady Laura llévame a casa
Lady Laura y cuéntame un cuento
Lady Laura
Tengo a veces deseos de ser
nuevamente un chiquillo
El pequeño que tú todavía
aún crees tener
Cuando a veces te abrazo y te beso
en silencio entendido
Tú me dices aquello
que yo necesito saber
Lady Laura, abrázame fuerte
Lady Laura, y cuéntame un cuento
Lady Laura, un beso otra vez
Lady Laura
Lady Laura, abrázame fuerte
Lady Laura, y llévame a casa
Lady Laura, un beso otra vez
Lady Laura
Lady Laura, Lady Laura, Lady, Lady, Lady, Lady, Lady Laura
Lady Laura, Lady Laura, Lady Laura